Director: Terry Gilliam

Año de producción: 2005

Género: Drama psicológico, fantasía

Duración: 122 minutos

Música: Michael Danna, Jef Danna

Reparto: Jodelle Ferland, Jeff Bridges, Jennifer Tilly

 

Los invito a caer dentro de un peligroso agujero, dentro de la versión más escatológica y retorcida de Wonderland, un Wonderland retratado por la carpichosa y osada mirada de Terry Gilliam, el mundo de Jeliza-Rose, la Alicia de los suburbios que protagoniza esta terrorífica travesía.

 

Un imponente árbol otoñal, a unos metros de una casa abandonada, en medio de un campo de trigo, son el escenario de las nuevas vivencias a las que se aventura Jeliza-Rose en las vacaciones repentinas que emprende con su padre.

 

Dejando un oscuro e infausto pasado atrás, y acompañada de sus muñecas decapitadas, nuestra heroína emprende un recorrido por los ocultos lugares que rodean la casa de su abuela y por ende se topa con dos excéntricos vecinos que le invitan a formar parte de su familia: Dell, una mujer obsesionada por la taxidermia, y Dickens, su hermano menor quien le asiste como ayudante en todas las tareas. Jeliza-Rose se compenetra de una manera muy especial con Dickens y será él quien sin quererlo revele y provoque en su nueva amiga un libidinoso impulso que los sumergirá en pervertidos juegos ‘infantiles’.

 

Jeliza-Rose tiene un arma, una maravillosa pero a la vez escalofriante fortaleza para afrontar la oscuridad de sus infortunios, su ininterrumpido monólogo dentro del cual le da una voz propia a sus muñecas y recrea conversaciones y riñas con ellas. Un monólogo que funciona como un escape que llena de fantasía y diversión lo que ante nuestros ojos pueda llegar a ser catastrófico.