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Irreversible

 

Director: Gaspar Noé

Año de producción: 2002

Género: Drama psicológico

Duración: 99 minutos

Música: Thomas Bangalter

Reparto: Monica Bellucci, Vincent Cassell, Albert Dupontel

 

 

¿Existe el destino? ¿Será nuestra existencia una inexorable historia escrita, que no podemos modificar? Eso es lo que termina uno preguntándose con Irreversible (2002), esta película francesa del controvertido director de cine Gaspar Noé, quien decide narrar la historia empezando por el final y dejando claro que todo lo que pasa no tiene vuelta atrás.

 

Hay alboroto, policía y ambulancia afuera de un club nocturno llamado Rectum. A partir de esto se empieza a desentrañar el resto de la historia. Dos hombres han llegado al club desesperadamente buscando a otro hombre (‘El Tenia’) y, cuando creen encontrarlo, una pelea comienza, terminando con la cruda escena de un hombre golpeando a otro con un extintor hasta aplastarle el cráneo.

 

Los planos secuencia y la cámara con movimientos giratorios van revelando poco a poco que se trata de una venganza por algo ocurrido, que con más escenas retrospectivas termina contando la historia de dos amigos (Pierre y Marcus) que intentan vengar una violación.

 

A medida que avanza la película, a diferencia de las narrativas conven-cionales, se sabe qué va a pasar y puede resultar frustrante saber de antemano que no hay nada que hacer, que la historia ya ha ocurrido y que aunque uno quiera, ningún acontecimiento o acto heroico cambiará los hechos.

 

Es interesante porque con el desarrollo de la historia se van conociendo mejor los personajes. Resulta que Pierre, Marcus y Alex tienen una relación poco convencional y se van mostrando entonces las características de cada uno, sus sentimientos, emociones, intenciones, gustos e intimidades que, si eventualmente llegan a identificar al espectador, terminarán por perturbarlo durante la historia, porque desde el comienzo se ha enterado de su trágico desenlace.

 

“Porque el tiempo lo destruye todo. Porque algunos actos son irreparables. Porque el hombre es un animal. Porque el deseo de venganza es un impulso natural. Porque la mayoría de los crímenes quedan sin castigo. Porque la pérdida del amado destruye como un rayo. Porque el amor es el origen de la vida. Porque toda la historia se escribe con esperma y sangre. Porque las premoniciones no modifican el curso de los acontecimientos. Porque el tiempo lo revela todo. Lo mejor y lo peor”.

Por María Camila Trujillo

Edición n.º 18, 15 de septiembre de 2015

Imágenes tomadas de la película.

María Camila Trujillo. Le gusta escribir. Ha colaborado en medios como Revista el clavo, Cartel Urbano y ERRR Magazine. Está a punto de graduarse como comunicadora social y no sabe qué hacer con su vida.

 

@MariacamilaT

mariacamilatrujillo@gmail.com

 

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